Trabajadoras de la educación dialogan sobre el impacto de la pandemia y comparten estrategias para enfrentar sus consecuencias

Trabajadoras de la educación dialogan sobre el impacto de la pandemia y comparten estrategias para enfrentar sus consecuencias

Los eventos tuvieron lugar el segundo día de la 4ta Conferencia Mundial de la Mujer de la Internacional de la Educación  

La realidad y esfuerzos de las mujeres latinoaméricanas quedaron plasmados gracias a las intervenciones de la investigadora costarricense Ana Carcedo y la dirigente y maestra Yobana Salinas  

El segundo día de actividades de la Conferencia Mundual de la Mujer de la Internacional de la Educación reveló coincidencias entre las panelistas de todo el mundo sobre el impacto desigual que ha tenido la pandemia del COVID19 en las mujeres educadoras, quienes han visto su carga laboral aumentar, la división de tareas en los hogares deteriorarse y su salud mental desatendida.  

Dos eventos abordaron distintas perspectivas sobre esta situación. En primer lugar, en el panel “Desarrollar una base empírica para la igualdad de género en los sindicatos de la educación” se presentaron los resultados de cuatro investigaciones que abordan los impactos de la pandemia del COVID19.  

En este evento participaron Ana Carcedo Cabañas, investigadora y presidenta del Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA) en Costa Rica; Pamela Rogers, directora de Investigación y Enseñanza Profesional de la Federación Canadiense de Docentes; Selma Augestad, Responsable Nacional de Igualdad del Instituto Educativo de Escocia; Carol Miller, investigadora y activista por la igualdad de género de Gender at Work; y Houda Sabra, investigadora canadiense.  

Ana Carcedo presentó los hallazgos de la investigación que su organización realizó en alianza con la Red de Trabajadoras de la Educación de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL), con el objetivo de entender las consecuencias de las medidas tomadas por los gobiernos de la región para hacer frente a la emergencia sanitaria.  

El estudio tuvo como insumo encuestas, entrevistas y grupos focales realizados a mujeres trabajadoras de la educación y se centró en la situación de 8 países de la región: El Salvador, Honduras, Costa Rica, Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Perú. 

Entre las principales conclusiones reveladas por Carcedo se encuentra el hallazgo de que las medidas adoptadas por los gobiernos durante la profundizaron la desigualdad ya existente en la región y agravaron la amenaza a los derechos laborales, especialmente para las mujeres trabajadoras.  

La investigadora resaltó que el paso a la educación virtual fue muy improvisado y que los gobiernos no dieron las condiciones necesarias para que las educadoras y educadores pudieran ejercer su trabajo dignamente con los recursos requeridos como equipo teconológico o conexión a internet.  

Carcedo explicó que a través de este estudio se reveló como en muchas ocasiones fue el personal educativo el que asumió el compromiso de dotar a los y las estudiantes de material educativo e incluso alimentación en los casos de las familias.  

“Es muy indignante ver el contraste entre el trabajo que han hecho los educadores y educadoras y la afectación que han recibido en sus derechos”, denunció la investigadora al referirse a la persecusión que han sufrido los y las docentes en países de la región, donde se les ha querido responsabilizar por las deficiencias que ha tenido el sistema educativo en pandemia.  

“Le están cargando a las educadoras todo lo que ha funcionado mal en la educación y no se visibiliza más bien todo lo que han hecho para lograr que este impacto se minimice”, añadió.  

El estudio también demostró que la crisis de los cuidados se ha profundizado a lo largo de la pandemia: “Es muy claro que una parte muy importante de mujeres considera que tiene que dedicar más tiempo que antes a labores domésticas”, aseguró Carcedo al explicar que se comprobó que la brecha con los hombres ha aumentado.   

Por último, la investigadora explicó cómo la violancia hacia mujeres trabajadoras de la educación ha aumentado. Tanto la violencia doméstica, ya que las mujeres se encontraron encerradas en sus casas con sus agresores, como el acoso cibernético, el acoso laboral e incluso la violencia policial en países como El Salvador. 

El estudio “Sostener el futuro: Educar y cuidar sin recursos ni apoyo” presentado por Carcedo se puede conocer completo en este enlace.  

El rol de los sindicatos  

El segundo conversatorio llamado “Impactos de género de la pandemia de COVID-19 en los sindicatos y en la educación” permitió conocer las experiencias de organizaciones en distintos países y las acciones que han impulsado en este contexto. 

Entre las participantes estuvieron Rosella Benedetti, directora del Departamento de Relaciones Internacionales de UILSCUOLA (Italia), Dr. Brenda Austin-Smith, catedrática y directora de departamento de la Universidad de Manitoba, Canadá y expresidenta de la Canadian Association of University Teachers; Marième Sakho Dansokho, secretaria general de SYPROS (Senegal) e integrante del Comité Ejecutivo de la Internacional de la Educación; Mbali Thethani, periodista sudáfricana; Manal Hdaife, vicepresidenta de la Liga de Docentes de Escuelas Públicas de Primaria del Líbano; y Yobana Salinas Arancibia, presidenta del Sindicato de Integra 2 (Chile).  

Las participantes resaltaron problemáticas comunes que han vivido las educadoras en distintas regiones del mundo como la pérdida de empleos, ampliación de jornadas laborales, pérdida de privacidad y deficiencias en las condiciones para pasar de una educación presencial a la virtual.  

Yobana Salinas explicó que uno de los principales conflictos con los que tuvo que lidiar su sindicato fue la presión para regresar a la presencialidad, aún cuando hubiera riesgos para la salud de las docentes y estudiantes.  

“Vivimos un desprestigio enorme a los profesores y docentes que no querían volver a sus lugares de trabajo, siendo cuestionados por estar recibiendo un sueldo mientras no se impartían lecciones presenciales", denunció.  

Según la dirigente, el gobierno de este país no brindó las herramientas para enfrentar las dificultades socioeconómicas que vivían las familias, así como las muertes cercanas que muchas de ellas tuvieron que enfrentar.  

Esto provocó que sumado a los riesgos a la salud física que implicaba el COVID19, se pusiera en riesgo la salud mental de las trabajadoras de la educación, preocupación que compartieron las panelistas de los otros países.  

“Nuestra responsabilidad es poner atención a temas como atender las secuelas en temas como salud mental”, afirmó.  

Finalmente, Salinas resaltó que gracias al trabajo de los sindicatos se logró preservar la estabilidad laboral y de los salarios de la mayoría de educadores y personal de apoyo, se brindó apoyo a funcionarios con condiciones de salud graves, se logró mantener una modalidad de clases híbrida para atender las distintas necesidades de las familias y actualmente se negocia una rebaja en la carga laboral.  

La 4a Conferencia Mundial de Mujeres de la Internacional de la Educación (IE) se realiza entre los días 13 al 16 de junio de manera virtual y cuenta con la participación de mujeres sindicalistas de todo el mundo. La Conferencia se centra en el tema “Utilizar el poder de las mujeres para el cambio” y es un festival de ideas, experiencias y estrategias para promover la igualdad de género en los sindicatos de docentes y por medio de ellos.