Fortalecer la educación pública es luchar contra trabajo infantil
En el día mundial contra el trabajo infantil, 12 de junio, la Internacional de la Educación redobla su compromiso con la erradicación de esta forma de explotación y subraya la necesidad de fortalecer la educación pública de calidad que mantenga a niños y niñas en las escuelas como una forma de avanzar para eliminar el trabajo infantil.
(12/06/2012) Aún hoy, pese a que la comunidad internacional mantiene un fuerte consenso sobre la erradicación del trabajo infantil, se mantienen más de 200 millones de niñas y niños trabajando y, por lo tanto, fuera de las aulas.
Fortalecer la educación pública de calidad es la llave para que más niños y niñas se mantengan en el sistema educativo, en vez de engrosar las estadísticas del trabajo infantil.
Para la Internacional de la Educación para América Latina es fundamental fortalecer los sistemas públicos de educación como una forma de erradicación del trabajo infantil. Especialmente la educación inicial que fomenta la continuidad del niño o niña en el sistema escolar.
La crisis económica y financiera mundial es tomada como excusa para debilitar la educación pública mediante recortes a la inversión estatal y esto recrudece la realidad que viven millones de personas en el mundo.
Los sindicatos de la educación mantienen su firme compromiso en la lucha por la erradicación del trabajo infantil mediante la lucha por la educación pública de calidad, que mantenga a niños, niñas y adolescentes en el sistema educativo.
Sin embargo, es el Estado el responsable de invertir en políticas de acceso y permanencia en las escuelas públicas. No alcanza solamente con el acceso a la escuela, sino que debe garantizarse condiciones de permanencia en ellas por parte del Estado.
La Internacional de la Educación hace un llamado enérgico este día internacional contra el trabajo infantil en el cumplimiento de la inversión del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) de los países dedicado a la educación inicial.
Asimismo, los Estados deben garantizar inversiones sociales relacionados con la erradicación de la pobreza, que junto a la permanencia en el sistema educativo de niñas y niños, serán las llaves para terminar con el trabajo infantil en el mundo.
La OIT, en su Informe global sobre trabajo infantil, dice que el número mundial de niños trabajadores ha disminuido de 222 millones a 215 millones durante el período 2004 – 2008, es decir un 3 por ciento, lo cual representa “una desaceleración en el ritmo de reducción a nivel mundial”. El informe de ese organismo internacional también menciona la preocupación de que la crisis económica mundial pueda “frenar” el avance hacia el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016. Para más datos oficiales puede verse el “Informe global sobre trabajo infantil” 2010 de la OIT.
Los organismos internacionales, como la UNICEF, han reconocido que el derecho a la educación es el primer derecho que debe ser restablecido cuando hay niñas y niños en explotación comercial en situación de trabajo infantil.
La OIT, por su parte, tiene los convenios 182 (de 1999) y 138 (de 1973) que se refieren a las peores formas de trabajo infantil y la edad mínima, respectivamente.
La crisis económica y financiera no puede ser utilizada como excusa para evitar políticas públicas que aseguren el trabajo decente de la población, así como políticas de combate a la pobreza. Estas políticas y el fortalecimiento de la educación pública de calidad son algunas de las condiciones para trabajar contra el trabajo infantil.
La Internacional de la Educación para América Latina hace un llamado vehemente a poner el foco en la educación pública de calidad y especialmente en la educación inicial con miras a mejorar como sociedades, en el marco del día internacional contra el trabajo infantil.