Beijing +25: "Sólo hay una acción colectiva para una solución colectiva”

Beijing +25: "Sólo hay una acción colectiva para una solución colectiva”
Internacional

El 2020 es un año auspicioso para los derechos de la mujer: el mundo hará una mirada retrospectiva de lo acordado hace veinticinco años en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de las Naciones Unidas en Beijing, China. La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing son consideradas por muchos como "el proyecto más progresista del mundo" en materia de derechos de las mujeres y las niñas. Por eso sigue habiendo tanto interés en su aplicación. Las personas, en especial mujeres y niñas, quieren saber: ¿se ha cumplido la promesa de Beijing?

El Sankofa es un símbolo del pueblo Akan de Ghana: representado por un pájaro con el torso hacia delante y la cabeza mirando hacia atrás. El símbolo Sankofa nos recuerda que no podemos saber y comprender dónde estamos o adónde vamos (el presente y el futuro) sin saber y comprender de dónde venimos (el pasado). Mientras tratamos de comprender y evaluar cuánto hemos avanzado desde Beijing, vale la pena detenerse a reconsiderar lo que nos llevó a donde estamos hoy: el poder de la acción colectiva. 

Foto: Annielogue/Flickr.

Introducción

En 1995, diecisiete mil (17.000) participantes se reunieron en Beijing, China, para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de las Naciones Unidas.

En su discurso a la Conferencia, Hillary Clinton - entonces la Primera Dama de los Estados Unidos de América - declaró:

"Si hay un mensaje que esta conferencia deba hacerse eco, que sea los derechos humanos son derechos de la mujer, los derechos de la mujer son derechos humanos, de una vez por todas."

"Mientras la discriminación y las desigualdades sigan siendo tan comunes en el mundo, mientras las niñas y las mujeres sean menos valoradas, sub-alimentadas, alimentadas en último lugar,   sobrecargadas de trabajo, mal pagadas, no escolarizadas, sometidas a la violencia dentro y fuera de sus hogares, el potencial de la familia humana para crear un mundo pacífico y próspero no se realizará".

Foto: Sharon Farmer/White House Photograph Office.

El discurso de la Sra. Clinton ocupó los titulares de los medios de comunicación del mundo y su declaración de que "los derechos de la mujer son derechos humanos" marcó un momento decisivo en los procedimientos de la Conferencia.

Ese discurso, pronunciado el 5 de septiembre de 1995, es sin duda un momento histórico clave en la lucha por situar los derechos de la mujer al frente y en el centro de la política internacional.

Pero no es Beijing donde comenzó la historia del legado de la Conferencia...

A 56 kilómetros (35 millas) al norte de Beijing, en un lugar conocido como el "jardín trasero de Beijing" – en la provincia de Huairou - se esperaba que treinta mil (30.000) personas de todo el mundo - principalmente mujeres - asistieran al Foro Mundial de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) sobre la Mujer, del 30 de agosto de 1995, previo a la apertura de la Conferencia oficial.

Según cuenta la historia, hubo una lucha para preparar la bienvenida a esta gran afluencia de activistas: el "Centro de Conferencias de Huairou" fue improvisado apresuradamente desde un par de escuelas y edificios circundantes en las afueras de una pequeña ciudad. Debido a que los edificios que las autoridades planeaban erigir no se terminaron a tiempo, los talleres, exposiciones, marchas, discursos, planificación estratégica y fiestas tuvieron lugar en y alrededor de las... tiendas de campaña.

Había una carpa para cada grupo: para la región geográfica específica (por ejemplo, la "Carpa de África en Beijing"), para las personas con las que trabajaba o representaba (por ejemplo, la "Carpa de las bases") o para los grupos de mujeres más disputados y/o políticamente explosivos que exigían un asiento en la mesa de negociaciones (por ejemplo, la "Carpa del Tíbet" no oficial, situada a cierta distancia de las actividades principales o la "Carpa de las lesbianas").

El Foro Mundial de las ONG fue el lugar donde las activistas se pusieron manos a la obra y se dedicaron a la delicada tarea de afinar qué "esferas críticas de preocupación" en torno a los derechos de la mujer debían destacarse y elaborar el lenguaje progresista que se incluiría en el documento final de la Conferencia.

Sin embargo, en todo el ajetreo en el Foro Mundial de las ONG no es donde comenzó la historia que llevó a tantas mujeres activistas a cruzar al otro lado del mundo…

Sólo hay acción colectiva para soluciones colectivas

Se ha dicho tantas veces y por tantos que se ha convertido en una obviedad: lo personal es político. Sin embargo, lo que ahora es una "frase feminista" fue propuesta por primera vez a finales de los años 60 en un ensayo escrito por la activista feminista Carol Hanisch (disponible en inglés aquí). Ella escribió que los problemas que enfrentan las mujeres - en su vida privada, a puertas cerradas y en la intimidad familiar - no son problemas personales, sino problemas políticos que requieren soluciones políticas. Hanisch fue muy clara: las soluciones políticas sólo se pueden alcanzar colectivamente. Como afirmó en su ensayo:

“No hay soluciones personales en este momento. Sólo hay una acción colectiva para una solución colectiva."

Foto: Frederick Noronha / Wikimedia commons.

Ciento ochenta y nueve (189) Estados miembros de la ONU adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing - el documento final de la 4ª Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer - considerado por muchos como el proyecto mundial más progresista para los derechos de la mujer jamás adoptado por un organismo internacional.

La historia de cómo el mundo llegó a ese importante hito en Beijing comenzó mucho antes de 1995 y tiene sus raíces/rutas en muchos y diferentes partes del mundo - las mujeres tienen largas historias de acción colectiva para encontrar soluciones colectivas. Como dijo recientemente el Secretario General de las Naciones Unidas, António Gutteres, en un discurso sobre "Mujeres y Poder": las mujeres han estado luchando por sus derechos durante siglos.

Hay muchos ejemplos de acciones colectivas de las mujeres para asegurar sus derechos, a través del tiempo y en todas las regiones:

En 1848, en la Convención de Séneca Falls, las mujeres de los Estados Unidos de América solicitaron sus derechos civiles, sociales, políticos y religiosos.

Foto: Joseph/Flickr.

En 1924, la Unión Feminista Egipcia organizó un piquete en la sesión de apertura del parlamento egipcio tras adoptarse una nueva Constitución que no concedia a las mujeres el derecho de voto.

En 1927 se convocó por primera vez la Conferencia de Mujeres de toda la India y en 1929, la revuelta de las mujeres de Aba al sudeste de Nigeria obligó a las autoridades coloniales británicas a suprimir un impuesto previsto sobre las mujeres del mercado.

En 1975, durante el Kvennafrídagurinn (Día libre de la mujer) de Islandia, las mujeres fueron más allá [se estima en más del 10% de la población] y no acudieron a los trabajos remunerados ni realizaron ningún trabajo doméstico o de cuidado de niños durante todo un día para exigir la igualdad de remuneración.

Desde 1977, las Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina lideran la dolorosa tarea de encontrar a los niños y las niñas que habían sido "desaparecidos" por la dictadura.

Foto: Amy Mayer/Impact Visuals.

En 1993 se fundó la Internacional de la Educación (IE). La IE representa a las organizaciones de docentes y personal del sector de la educación. La IE es la federación sectorial de sindicatos más grande y representativa del mundo, con más de 32 millones de miembros de los sindicatos de la educación en 391 organizaciones de 179 países y territorios.

Las personas trabajadoras del sector de la educación son predominantemente mujeres. Según los datos de 2018 del Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS):

En una entrevista conmemorando el 25º aniversario de la IE en 2017, Mary Hatwood Futrell, la Presidenta fundadora de la IE, señaló que desde el inicio, en el Congreso Mundial fundacional de la IE en 1993, se preocupó por garantizar que las mujeres estuvieran representadas y pudieran hablar a todos los niveles y dentro de todas las estructuras de la IE. Como ella explicó:

“Lo que intentámos hacer... en el Congreso era asegurarnos de que las delegadas  entendieran la estructura de la IE, cuáles eran los temas y tuvieran voz que les permitiera tomar la palabra en el Congreso e intervenir como los hombres. También alentamos que a nivel regional y local las mujeres ...tengan una voz propia al interior de esas regiones y a nivel local. Una de las cosas que señalamos: la mayoría de profesores del mundo son mujeres y ¿dices que somos la mayoría (60-75%) y sin embargo no tenemos voz? Dijimos: somos profesionales, somos miembros, somos iguales a todos los demás y debemos tener voz.”

El Poder Colectivo del Movimiento Sindical de la Educación

Los sindicatos, por definición, existen para aprovechar el poder de la acción colectiva. Los sindicatos de la educación movilizan a trabajadoras del sector de la educación y utilizan su poder colectivo para defender y promover el derecho universal a la educación para todos los y las estudiantes y el derecho universal al trabajo decente para todas y todos los trabajadores de la educación.

La Plataforma de Acción de Beijing identificó doce (12) "esferas críticas de preocupación" y destacó "objetivos estratégicos" bajo cada esfera "para el avance de los derechos de las mujeres y las niñas". La Plataforma de Acción de Beijing también detalló las medidas que deben adoptar los principales interesados para la aplicación de sus disposiciones. En efecto, cuando los 189 gobiernos firmaron la Plataforma de Acción de Beijing, se comprometieron a adoptar medidas en su calidad de gobiernos y prometieron que los principales interesados, incluidos los sindicatos, también adoptarían medidas para aplicar la plataforma.

Las contribuciones de los sindicatos de la educación -en el plano nacional e internacional- a la aplicación de la Plataforma de Acción de Beijing pueden destacarse en relación con los objetivos estratégicos de varias esferas críticas de interés que se destacan en la Plataforma de Acción.

Los ejemplos del trabajo realizado por la IE y sus organizaciones afiliadas en diferentes partes del mundo desde la adopción de la Plataforma de Acción de Beijing en 1995, que se esbozarán en el segundo blog de esta serie, muestran el poder de las acciones colectivas para alcanzar soluciones colectivas y la diferencia fundamental que el derecho a la negociación colectiva realizada por los sindicatos de la educación ha supuesto para el avance de los derechos de la mujer dentro del sector de la educación.

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El año 2020 marca el 25 aniversario de la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (BPfA) en la 4ª Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995. La BPfA sigue siendo el proyecto más progresivo para lograr los derechos de la mujer jamás acordado por los gobiernos a nivel mundial. Para conmemorar este hito importante, es el siguiente blog es el primero de una serie especial “Beijing +25” en el portal Mundos de la Educación de la IE; el último blog de la serie se publicará el Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre de 2020).


[i]La única región en la que las mujeres constituyen menos del 50% del personal docente del sector primario es el África subsahariana (45,49%).

[ii]Es importante señalar las grandes disparidades regionales: en el África subsahariana, sólo el 29,94% de trabajadores de la educación secundaria son mujeres, el 45,56% en el África septentrional y el 44,66% en el Asia meridional.

[iii]También hay grandes disparidades regionales en el sector de la enseñanza terciaria: en el África septentrional las mujeres constituyen apenas el 39,92% del cuerpo docente, y el 38,07% en el Asia meridional; no se dispone de datos sobre el África subsahariana.